Cuando las personas sufren dolores y lesiones que les causan problemas de movimiento, deben acudir a la fisioterapia. La fisioterapia ayuda a reducir los síntomas de enfermedades crónicas. Básicamente, si no soluciona un problema, evitará que empeore.
Si necesita fisioterapia, quizá le interese saber cómo puede hacer que este proceso sea lo más fácil y eficaz posible. Deje que estas formas de sacar el máximo partido a la fisioterapia le ayuden a conseguirlo y, con un poco de suerte, sus problemas desaparecerán o se convertirán en un problema menor.
1. Elija al fisioterapeuta adecuado para usted y hágale preguntas
Cuando se elige a un médico, conviene encontrar a aquel que tenga experiencia con personas con su enfermedad y con la enfermedad en sí. Lo mismo se aplica a la elección de un fisioterapeuta. Una de las formas más importantes de obtener lo mejor de la fisioterapia es elegir a los fisioterapeutas adecuados para usted.
No se cierre en banda, haga preguntas e infórmese de la trayectoria del fisioterapeuta, qué plan tiene para usted, cuánto durará el tratamiento y qué tipo de equipamiento necesitará. Encontrar al terapeuta adecuado es muy importante porque necesita sentirse cómodo hablando con él durante las sesiones.
2. Prepare su medicación y documentación
Antes de la primera cita, prepare una lista de los medicamentos que toma y de las pruebas y radiografías que se ha hecho. Puede tomar notas sobre sus síntomas, que ayudarán a sus terapeutas a identificar el problema y elaborar el plan de tratamiento adecuado. Anote cuándo empezaron los problemas y qué movimientos son dolorosos. Lleve todo esto a su primera cita y empezará el proceso de fisioterapia de la mejor manera posible.
3. Lleve siempre calzado y ropa cómodos
Debe llevar ropa y calzado cómodos, incluso en su primera visita al fisioterapeuta. Pueden pedirle que mueva la articulación molesta para comprobar el movimiento, pedirle que camine o que haga otros movimientos. Si en la primera visita le hablan de los ejercicios que tendrá que hacer en casa, querrán verle hacerlos enseguida para asegurarse de que son los adecuados para usted. Por lo tanto, lleve siempre algo cómodo cuando visite a un terapeuta, para que pueda sacar el máximo partido de su fisioterapia.
4. Fíjese objetivos alcanzables y celebre cada progreso
Tiene que pensar qué quiere hacer después de la fisioterapia. ¿El objetivo es levantarse de la cama con más facilidad o volver a jugar al tenis? Fíjese objetivos alcanzables y comuníqueselos a su terapeuta. Al terapeuta le resultará más fácil adaptar los tratamientos una vez que tenga el objetivo en mente. No se olvide de los objetivos a corto plazo, ya que son una parte importante de su recuperación y también lo es celebrar cada progreso que haga. Aunque sólo sea un paso hacia su objetivo, merece ser celebrado.
5. Haga ejercicio en casa y tome notas, pero no se exceda
La rehabilitación no termina cuando sale de la clínica, probablemente su terapeuta le dará algunos ejercicios que puede hacer en casa. Una de las formas más importantes de sacar el máximo partido a la fisioterapia es hacer los deberes.
Sólo una parte de los beneficios de la fisioterapia proceden de lo que se hace en la clínica y el resto de tus propios esfuerzos. Sin embargo, asegúrese de seguir las instrucciones porque no se curará antes si se excede. De hecho, puede perder los progresos que ya haya hecho, así que haga caso de las instrucciones de su terapeuta. Anote cómo se ha sentido durante los ejercicios en casa y comunique al terapeuta si ha tenido alguna dificultad.
6. Informe a su terapeuta cuando sienta dolor y pregúntele sobre posibles tratamientos.
Una de las formas de obtener lo mejor de la fisioterapia es informar a su terapeuta siempre que sienta alguna molestia. Pregunte por los posibles tratamientos y si puede utilizar una bolsa de hielo o una almohadilla térmica. El calor puede mejorar la amplitud de movimiento, aumentar el flujo sanguíneo y relajar los músculos doloridos. El frío ayuda a controlar la hinchazón y la inflamación al ralentizar la circulación. Tanto una almohadilla térmica como una bolsa de hielo pueden ayudar a aliviar el dolor, pero tenga en cuenta que se trata sólo de una solución temporal. No resolverá sus problemas, sólo le ayudará a sobrellevar el dolor.
Haga lo que haga, lo importante es no rendirse y seguir dando pequeños pasos hacia sus objetivos.