Desde el final de la Carrera Espacial, el debate sobre si las agencias espaciales nacionales de los distintos países deben bajar o subir de categoría se ha apoderado del sentimiento público. Esta pérdida de interés se debe en parte a la falta de una meta u objetivo claro y fácil de entender que tienen estas agencias y a la naturaleza compleja de las actividades que llevan a cabo.
Estas actividades “complejas” han repercutido positivamente en nuestras vidas de formas de las que ni siquiera somos conscientes, así que hoy echaremos un vistazo a algunas tecnologías espaciales que han mejorado nuestras vidas.
Aislamiento Mylar
El espacio es frío, pero sólo si no estás directamente en el camino de la luz solar. Así que, si enviáramos algo al espacio, no sólo tendríamos que preocuparnos por el frío, sino también por el calor. En la vida útil de algunos satélites pueden darse diferencias de temperatura de hasta 100ºC, por lo que naturalmente se necesitaría algún tipo de material muy duradero. Ese material es el Mylar y fue inventado por la NASA en los años 50 para proporcionar aislamiento a los satélites. Sin embargo, desde entonces, esta tecnología se ha puesto a disposición del público y hoy en día la mayoría de los aislamientos utilizados por los contratistas comerciales y residenciales se basan ahora en Mylar.
Lentes resistentes a los arañazos
Todos hemos visto las icónicas viseras y cascos de los astronautas, ya sea en películas o en la vida real. Lo que quizá no sepas es que la misma tecnología que los mantiene libres de rasguños se utiliza ahora ampliamente en gafas de sol y lentes correctoras y de seguridad. La base de esta tecnología inicialmente espacial es un revestimiento que se utiliza para cubrir una superficie transparente, dotándola de una resistencia a los rasguños similar a la del cristal. La mayoría de las gafas que hemos mencionado que se venden hoy en Estados Unidos son de plástico, con el que este revestimiento funciona muy bien.
Teléfonos con cámara
Los sensores de imagen utilizados en las cámaras digitales (incluidos, entre otros, los de los teléfonos móviles) fueron desarrollados en los años 90 por el JPL (Laboratorio de Propulsión a Chorro) de la NASA, con la intención de desarrollar cámaras más baratas que entrarán en cualquier sitio. En los años 80, las cámaras que se utilizaban en el espacio empleaban la tecnología CCD (Charge Coupled Device, dispositivo de carga acoplada), que fue fundamental en la fundación de la industria de las cámaras digitales que tenemos hoy en día. Sin embargo, en un intento de mejorar este sector, un ingeniero del JPL llamado Eric Fossum desarrolló la tecnología CMOS (Complementary metal-oxide-semiconductor), que ha sido adquirida bajo licencia por grandes empresas como Kodak y AT&T Bell Labs, y son la columna vertebral de la mayoría de las cámaras que utilizamos hoy en día.
Laptops
Los ordenadores empezaban a aparecer a principios de los 80 y, en su mayoría, eran voluminosos y ocupaban mucho espacio; en resumen, no eran ideales para enviarlos al espacio. De ahí surgió el primer “portátil”, el Grid Compass. Para los estándares actuales sigue siendo voluminoso, pero era una alternativa mucho mejor que los ordenadores clásicos. El Grid Compass introdujo el diseño clamshell (la pantalla cerrada plana sobre el teclado) que tan acostumbrados estamos a ver en los portátiles actuales.
GPS
Encontrar el camino a la gasolinera más cercana nunca ha sido tan fácil como con el GPS. Esta tecnología espacial, utilizada originalmente por el ejército estadounidense, se ha generalizado y es vital para muchas industrias de todo el mundo.
Se necesitan al menos 4 satélites para localizar con un grado decente de precisión cualquier transmisor del planeta. También es importante señalar que el GPS se refiere únicamente a la constelación de satélites desarrollada por USS. Forman parte de algo llamado GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite), que también incluye el sistema europeo Galileo, el ruso GLONASS y el chino BeiDou.
Células solares
El Sol es una fuente constante de energía de la que pueden abastecerse los satélites en el espacio exterior. Esto llevó al desarrollo de células solares que se utilizaron por primera vez a bordo de un satélite en 1958, como alternativa a las baterías. Hoy en día, esta tecnología también está disponible comercialmente y puede utilizarse para alimentar desde coches hasta ciudades enteras.
Y hay muchas más aplicaciones que utilizamos en nuestra vida cotidiana. De este modo, la tecnología espacial no sólo nos ha ayudado a explorar nuestro universo, sino que también nos ha ayudado a volver a casa. ¿Te imaginas nuestra vida sin ordenadores portátiles y GPS?