La tecnología móvil ha experimentado importantes revoluciones en las últimas generaciones. Cada nueva generación ha tenido alguna mejora respecto a la red anterior. Pero, la tecnología 5G ha tenido la mayor mejora en compraración con la 4G. 5G, la quinta generación de redes inalámbricas, ha traído consigo un mayor y mejor rendimiento de las redes celulares. La velocidad es una de las características distintivas de 5G, ya que es significativamente más rápida que 4G.
Diferencias entre 4G y 5G
En los últimos tiempos, 5G ha sido una palabra de moda en el mundo de la tecnología. Y puede que te hayas preguntado por qué tienes que pasarte a ella mientras estás satisfecho con 4G.
Veamos una clara distinción entre ambos y el motivo de tanto entusiasmo.
Con 5G, podrás hacer las mismas cosas que hasta ahora con más fiabilidad y en el menor tiempo posible. La red 4G está muy saturada y todos estos dispositivos compiten por el mismo ancho de banda, lo que ralentiza la red.
La 5G, en cambio, puede manejar hasta un millón de dispositivos en un kilómetro cuadrado sin que la velocidad se vea afectada. Independientemente del número de dispositivos conectados, no hay miedo a que la red se caiga.
¿Qué tan rápido es el 5G comparado con el 4G?
5G es hasta 100 veces más rápido que 4G.
5G puede alcanzar los 10 gigabits por segundo exigidos en IMT-2020. Lo que la hace 100 veces más rápida que 4G.
¿Te preguntas por qué el 5G es tan rápido? El principio de la comunicación es: “Cuanto más corta es la frecuencia, mayor es el ancho de banda”. El ancho de banda se refiere a la mayor cantidad de datos transmitidos por una red en un tiempo determinado.
5G ha empleado ondas milimétricas que están entre 30GHz y 300GHz. Estas frecuencias más cortas son la razón de su alta velocidad y latencia, capacidad y calidad, por lo que puede ofrecer un alto rendimiento con varios dispositivos conectados. Por ejemplo, si se descarga una película media en una red 4G, se tardan unos 50 minutos, mientras que, con 5G, sólo se tardan 9 minutos.
Sin embargo, los requisitos de conectividad difieren según el uso que se haga de la conexión. Por ejemplo, retransmitir en directo en tu gadget móvil exige una conectividad diferente a la de conducir un coche conectado. Estas opciones no están disponibles en la red 4G.
La 5G tiene una tasa de latencia menor que la red 4G
El rendimiento que se experimenta en 5G tiene mucho que ver con su baja tasa de latencia.
La tasa de latencia es la cantidad de tiempo que se tarda en enviar la información desde el origen hasta el destino. En 4G, la información tarda hasta 200 milisegundos en llegar al receptor, mientras que en 5G solo tarda uno, lo que supone un milisegundo significativamente menor.
Una reducción tan significativa de los retrasos motivará la fabricación de nuevos dispositivos y servicios. Algunos de los cuales incluyen coches conectados, intercambio de información entre vehículos, cirugía a distancia y juegos de realidad virtual, entre otras cosas alucinantes.
En resumen, la 5G impulsará el IoT de una forma estupenda para hacer del mundo un lugar mejor. La baja latencia es vital para algunas aplicaciones como los coches autoconducidos. Esto permite que la información tenga que enviarse a la nube para desencadenar una decisión y tomar medidas. Por ejemplo, al frenar el vehículo para evitar una barrera en tiempo real. Con 4G, esto es un reto porque la tasa de latencia es mayor y, por tanto, ineficiente para aplicaciones como los coches autoconducidos y los jugadores.
El 5G ha facilitado mucho el corte de redes
La fragmentación de la red es el proceso de dividir una única conexión de red en numerosas redes individuales utilizando la virtualización de red. Esto ayuda a gestionar el tráfico que llega a la red desde varias fuentes, y que sirve para diferentes propósitos. Por ejemplo, si estás operando con múltiples usos como coches conectados, smartphones, hogares inteligentes, etc. Puedes cortar la red para que se adapte perfectamente a cada uno de estos usos.
En función de las necesidades del caso de uso, se dispone de recursos optimizados como capacidad, velocidad y conectividad.
Mientras que la 5G permite la fragmentación de la red, lo que permite a los proveedores de servicios construir redes virtuales de extremo a extremo para dar servicio a aplicaciones específicas, las redes 4G no disponen de tales capacidades.
La 5G permite a los usuarios elegir las características que necesitan para alcanzar un determinado nivel de eficiencia del espectro. Es decir, la densidad de la conexión, el número de dispositivos conectados y la capacidad de tráfico. Así se garantiza que la velocidad sea la adecuada para ese uso en concreto.
Conclusión
5G no ha sustituido a 4G, al igual que 4G no sustituyó a 3G ni a las generaciones de redes anteriores. Por lo tanto, esto no significa que 4G haya quedado anulado o haya dejado de ser funcional.
5G está aquí para complementar y mejorar lo que 4G no pudo ofrecer mejor. Gracias a las modificaciones explicadas anteriormente, 5G es mucho más rápido, fiable y el mejor compañero para IoT.